La nueva tarjeta está compuesta por un 82% de material derivado del maíz no comestible (PLA: ácido poliláctico), cuya producción requiere 28% menos de energía y emite 68% menos de gases de efecto invernadero en comparación con el plástico. Además, el material puede molerse y ponerse en compostaje para que regrese al ecosistema en pocos meses y no en miles de años como es el caso del plástico.
El 18% restante de la tarjeta corresponde al chip, banda, antena y diseño, y para este último, las tintas utilizadas son a base de agua y no de solventes, por lo que, no generan gases tóxicos. Así mismo, el empaque de las tarjetas se reemplazará por un sobre de cartón 100% reciclado, que además se reutilizará luego de su vida útil, promoviendo economía circular en todos los procesos relacionados con esta nueva tarjeta BIO.
“En BAC tenemos un norte muy claro: Reimaginar la banca para generar prosperidad en las comunidades que servimos y convertirnos en el primer banco Neto Positivo del mundo, es decir, ser un banco que crea valor social y ambiental positivo. Como parte de esta ruta, reimaginamos también nuestras tarjetas para hacerlas amigables con el planeta. Queremos que cuando nuestros clientes utilicen la Tarjeta BIO formen parte también de la construcción de un mundo y un futuro más sostenibles”, comentó Alba Aguirre, jefa de Comunicación y Sostenibilidad de BAC Credomatic Nicaragua.
La entidad cuenta con una estrategia robusta para el diseño de soluciones financieras de triple valor y este proyecto es un paso contundente en esa dirección, con el cual se generará valor ambiental positivo gracias a la utilización de materias primas no derivadas del petróleo y de base natural, pero que además son compostables, en el caso de la tarjeta, y reciclables, para el caso del sobre y los otros componentes electrónicos.
Además, se está reduciendo el uso de papel a través de la digitalización y se está generando valor social positivo al impulsar el desarrollo de nuevos emprendimientos en la región que se dedicarán al compostaje de las tarjetas una vez que cumplan su vida útil. Es decir, BAC va a realizar el compostaje en alianza con pequeñas y medianas empresas centroamericanas.
“Nos llena de profunda satisfacción lanzar nuestra Tarjeta BIO, la cual se convierte en la primera de origen natural de la región y la primera en el mundo que será compostada, esto significa que cuando cumpla su vida útil, será molida y puesta en la tierra para que regrese a la naturaleza de manera segura en pocos meses”, concluyó Aguirre.
En marzo de este año, el banco definió 12 objetivos estratégicos, 3 en cada una de las dimensiones, y la Tarjeta BIO y empaque secundario responde a tres de estos objetivos:
1. Ser el banco líder en soluciones financieras simples, digitales y de triple valor.
2. Ser un banco Carbono, Residuos y Agua positivo en 2025.
3. Ser el banco que impulse una Centroamérica circular y promueva la movilidad sostenible.
BAC se convirtió en el primer grupo financiero de la región en adherirse a los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas, además, es signatario de las principales iniciativas que promueven la alineación de las estrategias de negocio de las entidades financieras con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, el Acuerdo de París y aquellas que impulsan la meta de ser positivo para la sociedad y el medio ambiente.