La sociedad enfrenta hoy retos ambientales sin precedentes: el cambio climático, la necesidad de alimentar a una población mundial en crecimiento, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación devastadora y la capacidad de garantizar suministros de agua resilientes, entre otros. Por fortuna, la tecnología y el medio ambiente quizá estén mucho más vinculados de lo que pensamos. Es posible que la tecnología no sea la única respuesta a estos problemas, pero sí puede ser parte importante de la solución.
Lanzado en julio de 2017, AI for Earth es el programa de Microsoft dedicado a hacer importantes inversiones en inteligencia artificial (IA), investigación y tecnología en cuatro áreas clave: cambio climático, agricultura, biodiversidad y agua. A través de subvenciones que brindan acceso a la nube y a herramientas de IA, oportunidades de educación y capacitación en dicha tecnología, e inversiones en soluciones innovadoras y escalables, AI for Earth trabaja con el objetivo de innovar en favor de la sustentabilidad del planeta.
El día de hoy, AI for Earth da a conocer a los beneficiarios latinoamericanos en Argentina, México, Nicaragua y Puerto Rico, con los que ha estado trabajando. También hoy se anuncian los 11 innovadores —uno de ellos centroamericano— que recibirán el AI for Earth Innovation Grant mediante la alianza entre Microsoft y The National Geographic Society, lo que les permitirá aplicar IA en sus proyectos para mejorar su conocimiento y planes para proteger el planeta.
Revelamos a los beneficiarios latinoamericanos de AI for Earth:
Los cuatro proyectos ganadores de Latinoamérica que han estado usando Microsoft IA, abarcan iniciativas que van desde evaluar la condición de los bosques y el tiempo que les toma recuperarse, hasta promover el desarrollo urbano sustentable y analizar los efectos comunicativos de los medios en la percepción del cambio climático:
En Argentina, un grupo de expertos en uso del suelo, mapas de ocupación del suelo, modelos de calidad del agua y modelos del impacto del cambio climático del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales utiliza IA y redes neuronales para clasificar las imágenes satelitales del valle de la Patagonia con el fin de desarrollar un modelo sobre el impacto del uso y ocupación actual y futura del suelo en la calidad del agua de la región.
En México, el Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO) emplea un modelo de aprendizaje automático para determinar cómo se comunica el cambio climático en la región del Golfo de California. A través del análisis de datos escritos locales y regionales en medios digitales, entre 2016 y 2017, CEDO capacita su modelo para crear marcos temáticos y así ayudar a respaldar las estrategias de adaptación al cambio climático entre gobiernos y organizaciones sin fines de lucro.
El Centro Humboldt, de Nicaragua, lidera un proyecto que busca proporcionar a comunidades ubicadas en regiones forestales las herramientas humanitarias, técnicas y científicas basadas en IA para proteger sus activos y territorios comunes. Su meta es mejorar el uso del suelo, promover el desarrollo urbano y gestionar el medio ambiente de forma sustentable.
El huracán María que azotó a Puerto Rico en 2017 causó daños devastadores en los bosques de la isla. La profesora María Uriarte, de la Universidad de Columbia, usa IA para realizar una inspección ecológica virtual de tres especies arbóreas que le ayuden a entender mejor la manera en que las tormentas afectan la capacidad de un bosque para almacenar carbono y mitigar el cambio climático, así como para conocer la forma en que los bosques dañados se recuperan al paso del tiempo.
La Inteligencia Artificial no es un concepto de moda ni una tendencia, sino el ejemplo de una tecnología con el potencial de estimular un progreso sin precedentes. “En este momento, somos testigos de adelantos rápidos en soluciones de inteligencia artificial que ofrecen nuevas posibilidades para resolver los problemas más difíciles del mundo. Sin embargo, estas soluciones no se están usando para conocer y proteger al planeta y por eso, estamos a ciegas cuando se trata de entender cómo está cambiando nuestro planeta y cómo podemos resolver los problemas relacionados con el clima, la agricultura, la biodiversidad y el agua”, comentó Jennifer Marsman, Ingeniera Principal de Desarrollo de software para AI for Earth en Microsoft Corporation.
El Microsoft y National Geographic AI for Earth Innovation Grant: un proyecto centroamericano que representa a América Latina:
Los $1.28 millones de dólares del AI for Earth Innovation Grant, anunciado hoy, apoyará once proyectos para mejorar la forma en que monitoreamos, modelamos y gestionamos el sistema natural de la tierra para un futuro más sostenible. El proyecto ganador de América Latina se gestó en Guatemala y propone desarrollar un prototipo de sistema de alerta temprana de proliferación de algas nocivas (HAB, por sus siglas en inglés) en el Lago Atitlán, un referente de la biodiversidad y cultura de Guatemala. A medida que la demanda de agua dulce se intensifica y la degradación de los cuerpos de agua aumenta, es imperativo proporcionar información útil a las autoridades locales del lago, para que tomen medidas preventivas de forma oportuna.
El objetivo consiste en predecir los eventos HAB futuros en el Lago Atitlán, ya que padecido HAB recurrente durante la última década.
El AI for Earth Innovation Grant proporcionará a sus beneficiarios: apoyo financiero, acceso a Microsoft Azure y a herramientas de IA, inclusión en la comunidad de National Geographic Explorer y afiliación a los laboratorios de The National Geographic. El programa también apoyará la creación y desarrollo de modelos y algoritmos de código abierto entrenados que estarán disponibles para otros investigadores e innovadores ambientales.
La inteligencia artificial cambia las reglas del juego, y son pocas las áreas sociales donde puede tener un impacto más grande que en construir un mejor futuro para la Tierra, permitirnos entender los daños al planeta y acelerar el desarrollo de soluciones eficaces para su beneficio.
Salvando el bosque de Nicaragua con inteligencia artificial.
La deforestación y degradación de los bosques naturales son un gran problema ambiental y social en Nicaragua. Especialmente porque la tierra en este país está compuesta por un 70% de bosques naturales. Este es un problema creciente que surge del sector agrícola, la tala ilegal y las concesiones otorgadas a las industrias dedicadas a la extracción de recursos naturales.
La pérdida de agua, vegetación y vida salvaje, los cambios en la temperatura y otras consecuencias son generadas por la deforestación que se encuentra en las reservas de este país, como por ejemplo la Reserva de la Biosfera de BOSAWS, uno de los distritos forestales más importantes en Nicaragua. El Centro Humboldt, basado en este país, tiene una misión orientada en proveer herramientas técnico- científicas y humanitarias a las comunidades en las regiones forestales, permitiéndoles defender sus bienes y territorios comunes, al mismo tiempo que aprovechan y promueven el desarrollo del territorio y la gestión ambiental sostenible.
Esta es la razón por la cual Centro Humboldt eligió cuatro municipalidades – Rosita, Suina, Prinzapolka y Puerto Cabezas – que incluyen dos de los distritos forestales más importantes de Nicaragua, para implementar un proyecto que luchará con la falta de evidencia e información relacionada con la alarmante degradación de los bosques naturales en este país.
Desde sus inicios en el 1990, este centro ha trabajado basado en un sistema de monitoreo ambiental y el proyecto mencionado anteriormente tiene el objetivo de generar información científica y tecnológica sobre el cambio forestal y los elementos que impulsan la deforestación en estas áreas.
"Queremos brindar asistencia técnica productiva para que las comunidades puedan tener una visión sobre la agricultura sostenible, y con este proyecto queremos dar una visión sobre el progreso de la deforestación en estas áreas y cómo enfrentarla para evitar un mayor impacto", afirmó Celso Canelo, jefe de tecnología del Centro Humboldt.
Para lograr este objetivo, la tecnología es un jugador clave. El Centro utilizará el software ARCGRIS como un conjunto de datos completo para el análisis del cambio forestal, y esta información, relacionada con las áreas seleccionadas, se puede agregar a la base de datos de la plataforma Esri, para analizar los cambios en los bosques en los municipios seleccionados en un período de 10 años, de 2005 a 2015.
"Queremos visualizar, comprender y procesar los análisis sobre datos ambientales para compartirlos con las comunidades", afirmó Canelo. Y es a través de Microsoft Azure y la Inteligencia Artificial que el centro generará productos y análisis más precisos sobre la deforestación. El objetivo al final de la investigación es compartir los resultados de ese análisis en foros con autoridades regionales, gobierno, sector privado, universidades, comunidades locales y medios de comunicación para tomar las medidas necesarias y enfrentar los problemas que afectan a los bosques de Nicaragua.
El Centro Humboldt es parte de las organizaciones galardonadas por el programa de subvenciones de Microsoft AI for Earth, cuyo objetivo es capacitar a las personas y organizaciones para resolver desafíos ambientales globales a través de accesos a herramientas de Inteligencia Artificial y oportunidades educativas.
A través de la tecnología, este proyecto apoyará la transparencia en el sector forestal y democratizará la información para comprender mejor los factores provocan la degradación de los bosques naturales de Nicaragua. Un tema de enorme relevancia para generar evidencia técnica sobre este problema e implementar acciones efectivas para defender los bosques y la vida de las personas que viven en estas comunidades.