jueves, 2 de febrero de 2023

Inicio de la alimentación complementaria en los pequeños: una guía para los padres

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida de los bebés pues es la forma óptima de alimentarlos. A partir de los seis meses se deben introducir alimentos complementarios para cubrir las necesidades nutricionales de los lactantes.

Este proceso puede resultar divertido y a la vez retador tanto para los padres como para los bebés ya que, además de ser una gran oportunidad para reforzar la conexión emocional, el bebé comenzará a descubrir nuevos sabores y texturas. No siempre la transición es sencilla, por lo que se sugiere comenzar a introducir alimentos de manera progresiva para identificar posibles alergias y/o manejar el rechazo, por parte de los bebés, a ciertas comidas.

Se puede iniciar con cereales a base de grano entero, y de preferencia sin azúcares añadidos, combinados con leche materna para crear una mezcla semilíquida. También se pueden optar por purés, papillas o colados a base de frutas naturales.

“Hay que tener claro que la introducción de comidas sólidas como parte del inicio de la alimentación complementaria debe ser poco a poco, manteniendo la lactancia materna”, expresó Edilda Castroverde, Especialista en Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica.

Comenzará a usar las manos

A partir de los ocho meses, el bebé es más activo y quiere utilizar sus manos para descubrir y explorar las texturas y sabores de la comida. Para este momento, aún no tendrá desarrollada la habilidad de llevarse la cucharita a la boca por lo que es probable que termine con toda la cara y las manos llenas de comida. Aún así, es bueno dejarlo experimentar y ensuciarse para que, poco a poco, desarrolle independencia para comer.

“Para lograr un balance nutricional y los nutrientes que los niños necesitan para su crecimiento y desarrollo, es fundamental integrar los cinco tipos o grupos de alimentos: granos, proteínas, frutas y verduras, legumbres y lácteos”, aseguró la especialista.

Algunas opciones que se le pueden ofrecer son las verduras bien cocidas, frutas suaves, partidas en trocitos del tamaño de un bocado o alguna merienda con textura blanda que se disuelva fácilmente en la boca y/o elaborados a base de cereales o yogur. Lo adecuado es que sean alimentos fáciles de agarrar y levantar y deben servirse en un plato que sea estable y tenga abertura grande para que se le facilite meter la mano.

Además de apoyar para que los requerimientos nutricionales de los bebés sean cubiertos, durante el inicio de la alimentación complementaria, es importante disfrutar del proceso.

Es recomendable hablarle al bebé mientras se le da de comer y explicarle lo que está ocurriendo. Al inicio puede sentirse confundido, pero si se le anima con algunas dinámicas le será más sencillo familiarizarse con la comida. Aquí aplica perfectamente el juego del avioncito o la cuchara voladora.

De esta forma, Nestlé reafirma su compromiso de desarrollar productos que entreguen bienestar a sus consumidores desde sus primeros años de vida, en busca de seguir nutriendo generaciones más saludables.

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