Los laureados son el físico ruso Alexei I. Ekimov, de Nanocrystals Technology Inc., quien en la década de los 80, fue el primero en descubrir en cristales los puntos cuánticos. Años después, el químico estadounidense Louis E. Brus, de la Universidad de Columbia, quien determinó que los efectos cuánticos de las partículas que flotaban libremente en un líquido dependían de su tamaño. Y en 1993, el químico francés Moungi Bawendi, del Massachusetts Institute of Technology, revolucionó la producción química de puntos cuánticos, creando partículas casi perfectas.
De la medicina a las pantallas de TV
Voceros de la Real Academia Suiza, que desde 1901 otorgan este reconocimiento de importancia mundial, al anunciar este veredicto señalaron que la potencialidad de las contribuciones de este logro científico "acaba de empezar", e hicieron énfasis en una contundente declaración: "Los puntos cuánticos aportan un gran beneficio a la humanidad".
Entre la multitud de aplicaciones prácticas, los minúsculos nanocristales semiconductores han revolucionado diversas industrias y ciencias como la medicina. Ha sido invaluable su contribución a la formulación de métodos curativos como, por ejemplo, los que se han ideado en biomedicina. Esta especialidad de estratégica ayuda para la salud humana, ha logrado obtener imágenes a nivel intracelular de utilidad en el diagnóstico y en el tratamiento de enfermedades como el cáncer.
En el área de la tecnología aplicada a la vida hogareña, este portento científico abrió las puertas al disfrute de una calidad de imagen sin precedentes en televisores de última generación. Uno de los resultados más impresionantes de la tecnología de puntos cuánticos lo exhibe hoy las líneas de televisores QLED y Neo QLED de Samsung, y se traduce en una experiencia visual que trasciende los límites convencionales de los modelos de TV que la preceden.
La tecnología Quantum Dot convierte la luz en más de mil millones de colores puros. En términos más sencillos, el nivel de sofisticación del uso de los puntos cuánticos -en base a la nanotecnología y la Inteligencia Artificial, entre otras herramientas-, pone al alcance de todos los usuarios la mayor fascinación posible cuando miran sus contenidos favoritos. Y funciona porque las pantallas QLED de Samsung emiten colores con una precisión y pureza espectaculares, para que los distintos productos audiovisuales que en ellas se reproducen luzcan con elevado realismo, al disponer de una gama de matices más amplia, una mayor luminosidad y un contraste mejorado en comparación con las tecnologías de visualización anteriores.
En definitiva, gracias a la innovadora utilización de los Quantum dots, la tecnología de los televisores Neo QLED de Samsung es capaz de establecer una conexión especial con el mundo de la ciencia y la investigación; demostrando así el compromiso inquebrantable de Samsung por ofrecer a sus clientes los mejores productos con un enfoque en la vanguardia tecnológica y la excelencia en la experiencia visual.
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