En el mundo de la crianza siempre estamos atentos a la salud y el bienestar de nuestros pequeños. Una de las áreas que merece toda nuestra atención es el sistema digestivo de los niños, ya que pueden originarse diversos trastornos, que, aunque generalmente no son críticos para la salud del niño, sí pueden impactar en el desarrollo y la calidad de vida del bebé y de su familia.
Como padres, madres y tutores, es importante reconocer que cada bebé es diferente, por lo que no existe una receta mágica que ayude a todos los niños a aliviar las molestias producidas por los trastornos digestivos leves.
Trastornos digestivos comunes en bebés
Los trastornos digestivos pueden comenzar a manifestarse en bebés desde los primeros días de vida, aunque suelen ser más comunes a partir de los primeros meses, cuando el sistema digestivo del bebé se encuentra en desarrollo.
Según estudios recientes, la prevalencia de los trastornos como cólicos, estreñimiento y reflujo o náuseas en lactantes varía desde 27% hasta un 38% en Centroamérica, lo cual supone que, en promedio, entre tres y cuatro de cada 10 niños sufren alguna de estas molestas afecciones. Entre los trastornos digestivos comunes podemos encontrar tres:
Estreñimiento: Causado por una dieta pobre en fibra o falta de líquidos.
Diarrea: Puede ser causada por infecciones virales o bacterianas, intolerancias alimentarias o estrés.
Reflujo gastroesofágico: Ocurre cuando el contenido del estómago regresa al esófago, causando ardor y malestar. Factores como la inmadurez del sistema digestivo, consumo de alimentos irritantes o la posición al dormir pueden influir en su aparición.
¿Cómo puedo ayudar a prevenir los trastornos digestivos en mi bebé?
Para evitar trastornos digestivos en bebés se recomienda a las madres amamantar al niño en un ambiente adecuado para que el niño no se distraiga, así mejorar la alimentación y digestión del bebé.
El doctor Jorge Palacios, especialista en gastroenterología pediátrica de Nestlé Centroamérica, recomienda dar al niño leche materna exclusiva al menos durante los primeros seis meses de vida. “Se ha comprobado que el Lactabacillus reuteri, probiótico presente en la leche materna y que se aloja en el tracto intestinal, ejerce un efecto antiinflamatorio, reduce la cantidad de bacterias productoras de gas y, por ende, reduce el tiempo de llanto por cólicos. Este probiótico puede ayudar a aliviar el estreñimiento al mejorar los movimientos intestinales y aumentar la frecuencia de las deposiciones de los niños”, explicó el doctor Palacios.
Los probióticos son microorganismos vivos que, residen en el intestino humano y que causan un equilibrio saludable de microorganismos en el tracto intestinal, estos cuando se consumen en cantidades adecuadas otorgan beneficios a la salud, entre ellos un adecuado funcionamiento del sistema digestivo.
Existen diversas formas en las que tu bebé puede consumir probióticos como el L. Reuteri además de la leche materna, como suplementos líquidos que pueden ser administrados directamente al bebé, siguiendo las indicaciones del pediatra y algunas fórmulas para bebés, como NAN CONFORT 3, pueden estar fortificadas con probióticos como L. Reuteri, proporcionando una opción para bebés alimentados con fórmula.
NAN CONFORT 3, alineada con una alimentación complementaria rica en fibra y líquidos puede ayudar a tu bebé a prevenir padecimientos como el estreñimiento y regularizar el tránsito intestinal y así facilitar la digestión para una salud digestiva óptima. Es importante consultar con un pediatra antes de comenzar cualquier suplementación con probióticos para asegurarse de que sea seguro y adecuado para las necesidades específicas del bebé.