lunes, 13 de enero de 2020

Consuma líquido antes de tener sed

El verano trae consigo temperaturas más elevadas, mayor exposición al sol y actividades al aire libre para disfrutar en familia, pero el calor también implica una mayor demanda de líquido para el cuerpo.
Sin embargo, esperar hasta sentir sed para tomar líquido no es lo más recomendable, pues “cuando usted siente sed es porque ya el cuerpo tiene cierto grado de deshidratación”, asegura Ana Cristina Gutiérrez, asesora nutricional de Herbalife.

Si bien, el signo más conocido de la deshidratación es la sed, la realidad es que hay muchas otras consecuencias, y algunas muy serias, entre ellas: boca seca, fatiga, dolor de cabeza, ansiedad, piel seca, volumen sanguíneo disminuido, mareo, calambres musculares, estreñimiento y baja presión arterial.

El otro problema asociado es que cuando el cuerpo se deshidrata se provoca un desbalance en la temperatura y los fluidos del cuerpo, por lo que se produce una reacción química que activa las hormonas grelina y leptina, que le avisan que tiene sed, el problema es que son las mismas hormonas que se activan cuando usted tiene hambre. Entonces, ¿cómo diferenciarlo? En realidad, la única forma es tomándose un vaso de agua, esperar unos minutos y luego si aún tiene hambre puede consumir un alimento, sino simplemente su cuerpo requería agua.

¿Cómo hidratarse?

El líquido por excelencia para hidratarse es el agua, pero también se pueden consumir frutas como el melón, la sandía, la naranja o el limón dulce, por citar algunas, que aportan al cuerpo, además de hidratación, muchos otros nutrientes. Asimismo, las otras bebidas que se consumen también ayudan a hidratarse, solo que la experta recomienda no consumir bebidas o gaseosas azucaradas ya que contienen una alta cantidad de azúcar que no es saludable.

Pero si usted es de las personas que no disfruta de tomar agua sola puede buscar alternativas, como ponerle fruta fresca al agua para darle sabor –una rodaja de limón o naranja, por ejemplo, agregarle aloe concentrado, o buscar tés sin azúcar que le ayuden a consumir la cantidad de líquido necesaria, eso sí, la cantidad depende de su peso y estatura.

“La dosis personal se calcula con el peso en libras dividido entre dos, esa sería la cantidad de onzas de agua que debe tomar al día. Si esa cantidad la divide entre 8, le dará como resultado la cantidad de vasos de 8 onzas (tamaño estándar) que debería tomar al día”.

La nutricionista asegura que una buena hidratación promueve una buena digestión; ayuda a minimizar los dolores de cabeza; mejora los niveles de energía; ayuda a eliminar toxinas del organismo; promueve la saciedad y por ende un adecuado control del peso; regula la temperatura corporal y mantiene los niveles de sangre adecuados. Además, estar bien hidratado ayudará a tener una piel más sana y jovial; a sus riñones y a sus articulaciones les ayuda a estar lubricadas; y en general es vital para todos sus órganos internos. Así que no lo olvide, durante el verano, asegúrese de consumir la cantidad de líquido que su cuerpo necesita.

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