La seguridad alimentaria es más que tener acceso a alimentos
La definición evolucionó en las últimas décadas y la más actual indica que la seguridad alimentaria incluye el "acceso a alimentos nutritivos". Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, aproximadamente tres mil millones de personas, casi el 40 por ciento de la población mundial, no tiene acceso a una dieta saludable nutritiva y a mil millones de personas más les pasaría lo mismo si se producen hechos impredecibles que reduzcan sus ingresos un tercio. Si continúan las tenencias recientes, la cantidad de personas afectadas por el hambre a nivel mundial superaría 840 millones para el año 2030.
En general, no hubo un progreso mundial para garantizar que todas las personas tengan acceso seguro a alimentos nutritivos y suficientes durante todo el año ni para erradicar totalmente todas las formas de malnutrición. Los principales factores que impiden avanzar, sobre todo cuando existen muchas inequidades, son los conflictos, la variabilidad y los extremos climáticos y las recesiones y caídas económicas. El camino hacia la seguridad alimentaria se dificultó como consecuencia del brote del COVID-19. De hecho, según un estudio realizado por OnePoll a nombre deHerbalife Nutrition y Feed the Children, seis de cada 10 estadounidenses enfrentaron la inseguridad alimentaria en algún momento de su vida y a 73 por ciento de ellos le ocurrió al inicio de la pandemia.
Vivir en desiertos alimentarios limita el acceso y contribuye a las disparidades para tener una vida saludable
La falta de acceso a alimentos saludables en los desiertos alimentarios se traduce en disparidades para tener una vida saludable y en altas tasas de enfermedades crónicas. Algunos barrios de Estados Unidos, sobre todo en las zonas de bajos ingresos, se denominan "desiertos alimentarios" porque sus residentes no viven cerca de supermercados ni de otros negocios de venta de alimentos que tengan alimentos accesibles y nutritivos. Los determinantes sociales para tener una vida saludable desempeñan un rol importante en los desiertos alimentarios.
Un estudio reciente de Rudd Center for Food Policy and Obesity determinó que, además de los “desiertos alimentarios” o la falta de opciones de alimentos saludables, incluyendo frutas y verduras frescas, los barrios de bajos ingresos están plagados de “pantanos alimentarios” o con sobreabundancia de opciones no saludables como restaurantes y negocios de comidas rápidas.
Los residentes de bajos ingresos de estos barrios y quienes carecen de medios de transporte dependen más de los pequeños negocios del barrio que tal vez no vendan alimentos saludables o que los ofrezcan a precios más altos.
Entre las comunidades de bajos ingresos e inseguridad alimentarias, el acceso desproporcionado a alimentos saludables y accesibles contribuye a una mala nutrición y perpetúa las disparidades para tener una vida saludable, que conllevan altos índices de obesidad y otras enfermedades crónicas. La inseguridad alimentaria en las comunidades marginales se asocia a altos índices de algunas enfermedades crónicas tales como diabetes, enfermedades coronarias y algunos tipos de cánceres.
La coyuntura para mejorar el acceso a alimentos saludables es crítica
Son críticas las soluciones para enfrentar la escalada de este desafío, incluyendo la necesidad de promover el acceso y comportamientos en pos de dietas saludables sostenibles. La educación para llevar una vida saludable y encontrar una comunidad con personas que piensen igual puede ayudar a cambiar las perspectivas de la gente respecto de sus decisiones y comportamientos saludables permitiéndoles optar por alimentos y bebidas más saludables. La educación en nutrición y contar con una comunidad contenedora ayuda a que la gente elija mejor entre los alimentos "procesados" que tiene a disposición. Los productos de nutrición envasados pueden dar soluciones convenientes a los escenarios de desiertos alimentarios. Los beneficios de los productos incluyen conveniencia, perfil nutricional completo y vida útil.
Incluso en las comunidades que son desiertos alimentarios, se puede comer saludable si tomamos decisiones informadas gracias a la educación. Entender la información nutricional en los rótulos de los alimentos es una forma de poder tomar decisiones más inteligentes a la hora de comer y optar por una variedad de alimentos y bebidas con mayor densidad de nutrientes.
Tener una vida saludable es un concepto holístico y la nutrición equilibrada es tan solo un componente de tener una vida más saludable y feliz. La actividad física regular puede ayudar a reducir la carga de enfermedades crónicas como las enfermedades coronarias, diabetes y algunos cánceres, así como también evitar la muerte prematura. Nunca es muy temprano ni muy tarde para realizar cambios positivos en la dieta a fin de llevar una vida más saludable y feliz.
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