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miércoles, 15 de mayo de 2019

Nicotina: ¿la mala de la película?

Si décadas atrás las consecuencias del cigarrillo aún eran motivo de debate entre los científicos, la industria y los consumidores, hoy ya nadie discute que la opción más saludable es no fumar. Las cifras demuestran que ha habido una reducción en la demanda de tabaco a lo largo del tiempo 1 , aunque aún hay 1.100 millones de fumadores en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud 2 .

La creciente popularidad en el mundo de los cigarrillos electrónicos, los dispositivos que calientan el tabaco pero no lo queman y los productos de reemplazo de la nicotina, como los parches o los chicles, han revivido el debate sobre el rol de la nicotina y sus efectos. La nicotina es una sustancia natural que se extrae de las hojas de la planta de tabaco (Nicotiana tabacum y, en mucho menor medida, Nicotiana rústica) 3 . Todos los productos de tabaco contienen nicotina: los cigarrillos tradicionales, el tabaco suelto para armar cigarrillos, los puros, la pipa y el tabaco sin humo.

La exposición a la nicotina causa efectos inmediatos en el cuerpo. Por ejemplo, apenas 10 segundos después de que un fumador inhala un cigarrillo, la nicotina es absorbida, especialmente a través de los alvéolos pulmonares, fluyendo inmediatamente por la sangre hasta el cerebro, donde estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor que causa en el fumador la sensación de bienestar, relajación y placer. La nicotina permanece en el cuerpo poco tiempo: seis horas después de haber fumado un cigarrillo solamente quedan unos 0,031 miligramos del miligramo de nicotina que se introduce con cada cigarrillo.

Aunque ningún método de consumo de nicotina es inocuo, hay diferencias entre ellos. En otras palabras: no es igual de dañino fumar un cigarrillo convencional que tabaco sin humo, aunque los dos contienen nicotina. En los últimos años, varios estudios independientes han demostrado que, aunque la nicotina es adictiva y no está exenta de riesgo, no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar. Dichas investigaciones aseguran que la mayor parte de los efectos nocivos de fumar están causados, no por la nicotina, sino por las sustancias químicas que se generan cuando el tabaco entra en combustión.

“La nicotina por sí sola no es especialmente peligrosa y si se pudiera suministrar nicotina de una forma aceptable y efectiva como sustituto de los cigarrillos, se podrían salvar millones de vidas”, afirma un reporte del Tobacco Advisory Group of the Royal College of Physicians. El caso de Suecia es un ejemplo de esto. En 1986, ante la alta tasa de fumadores el país decidió introducir el snus, un producto oral que permite ingerir tabaco o nicotina sin humo. ¿Los resultados? La prevalencia de fumadores se redujo a la mitad en comparación con el promedio de la Unión Europea, al igual que los casos de muertes por enfermedades atribuibles al tabaco, como cáncer de pulmón y de enfermedades cardiovasculares.

Esta política de salud pública se basa en el enfoque de reducción de riesgos. Se trata de ofrecer a los fumadores una alternativa aceptable, que contiene nicotina, pero es menos dañina que seguir fumando porque no hay generación de humo. En esta tendencia se inscriben hoy en día los dispositivos libres de humo que está desarrollando la industria tabacalera que, al eliminar la combustión y el humo reducen drásticamente los niveles de componentes nocivos.

lunes, 26 de noviembre de 2018

EL ROL DE LA NICOTINA, ¿EL FIN DE UN MITO?

Los expertos coinciden en que, aunque es adictiva y no está libre de riesgos, la nicotina no es la causa primaria de enfermedades relacionadas al tabaquismo.

La comunidad científica ha comenzado a desmitificar el rol de la nicotina. ¿Es este el componente del cigarrillo que causa mayor daño? En la lucha por conseguir que las personas dejen el cigarrillo, durante muchos años la nicotina, principal causante de la dependencia al tabaco, ha estado asociada también a las enfermedades causadas por el hábito de fumar. Así, la nicotina acumuló años de mala imagen siendo, en definitiva, el gran enemigo a combatir.

Sin embargo, investigaciones científicas y expertos en el tema coinciden en que, contrariamente a lo que muchos creen, la nicotina, aunque es adictiva y no está exenta de riesgos, no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Dichas investigaciones aseguran que son los numerosos componentes tóxicos presentes en el humo del cigarrillo, y no la nicotina, los responsables de la mayoría de las molestias y enfermedades asociadas al tabaco, como las cardiovasculares o cáncer de pulmón 1 .

La nicotina es una sustancia natural que se extrae principalmente de la hoja de la planta de tabaco. Todos los productos de tabaco tienen nicotina: los cigarrillos tradicionales, el tabaco suelto para armar cigarrillos, los puros, la pipa y el tabaco sin humo. La nicotina utilizada en cigarrillos electrónicos y en las terapias de reemplazo de nicotina (NRT, por sus siglas en inglés) como los parches, chicles e inhaladores, también deriva de las plantas de tabaco. 

La creciente popularidad de los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentado (un aparato que permite calentar el tabaco sin quemarlo, eliminando así el humo) ha revivido el debate sobre el rol de esta sustancia. Se trata de alternativas que contienen nicotina, pero no producen humo, pudiendo reducir así el daño causado al consumidor de tabaco y a su entorno. Suecia es el país que corroboraría este argumento. Allí, la mayoría de las personas que ingiere nicotina lo hace a través de “Snus”, un tabaco sin humo.

“En Suecia, los Snus se introdujeron hace décadas y [su introducción] redujo a la mitad la prevalencia de fumar tabaco en comparación con el promedio de la Unión Europea. Los suecos también tienen 50 por ciento menos de casos de cáncer de pulmón y de enfermedades cardiovasculares”, afirma Riccardo Polosa, director del Instituto de Medicina Interna e Inmunología Clínica de la Universidad de Catania, Italia. 2

Mitch Zeller, director del Centro para Productos de Tabaco de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), ha trabajado durante toda su vida en el control del tabaquismo y la salud pública. Durante una presentación en 2014 fue contundente: “La nicotina es el mismo compuesto que la FDA tiene aprobado desde hace más de 30 años como medicamento seguro y efectivo. Las personas mueren de enfermedades relacionadas con el tabaco por las partículas que contiene el humo, no la nicotina... ¿Podemos empezar a mirar esto de forma diferente?” 

Algo similar plantearon 53 reconocidos expertos en salud pública y destacados científicos de más de 18 países en una carta conjunta enviada en 2014 a la entonces directora de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan. “Desde hace años sabemos que la gente ‘fuma por la nicotina, pero lo que la mata es el humo’: la gran mayoría de las muertes y enfermedades atribuibles al tabaco surgen de la inhalación de partículas de alquitrán y de gases tóxicos que entran a los pulmones”. 

A pesar de esto, esta nueva mirada más benigna sobre la nicotina no subestima su componente adictivo ni suscribe que está exenta de riesgos. En altas dosis, la nicotina es tóxica y su consumo puede traer complicaciones a las personas con enfermedades del corazón o presión alta, así como a niños y embarazadas

El llamado a des-demonizar la nicotina empieza a escucharse con más fuerza en la comunidad internacional, a medida que la ciencia avanza con sus investigaciones.