Seguir preparando comida (saludable) en casa: Un aspecto positivo generado por la pandemia es que más personas cocinan en casa. Aunque los restaurantes vuelvan a abrir, cocinar la mayor cantidad de comidas en casa puede ayudarlos a incorporar alimentos con mayor densidad de nutrientes a la dieta diaria. Esto implica cocinar utilizando una variedad de frutas y verduras coloridas, alimentos ricos en grasas saludables como aceite de oliva, palta y pescados, cereales y legumbres con alto contenido de fibra y fuentes de proteína magra, incluyendo proteínas vegetales. Si bien muchos de nosotros estamos cansados de cocinar, experimentar con ingredientes frescos y nuevas recetas en la cocina puede hacer que una dieta saludable y deliciosa sea divertida.
Disfrutar de la comida para llevar saludable: Hasta que podamos comer normalmente en un restaurante, muchos de nosotros optamos por comida para llevar para romper la rutina y apoyar a los negocios locales. En lugar de usar la comida para llevar como excusa para excederse, intenten elegir comidas lo más parecidas posible a su dieta saludable habitual. Como, probablemente, consulten los menús en línea para analizar qué ofrecen, tómense su tiempo para seleccionar opciones que incluyan muchas verduras y proteína magra, por ejemplo, un salteado saludable o una ensalada que incluya proteínas. Además, algunos restaurantes tendrán publicada la información nutricional, que puede ayudarlos a elegir mejor. Si deciden pedir comida de más para tener suficiente para el día siguiente, separen la porción para mañana de inmediato así no se tientan ni comer en exceso.
Relacionarse con personas con mentalidad e intereses similares: Cuando se trata de implementar cambios en la dieta y el control de peso, contar con el apoyo de una comunidad puede marcar una gran diferencia. Busquen personas que compartan su deseo de adoptar un estilo de vida más saludable o controlar el peso y conéctense con ellas. Compartir sus recetas saludables preferidas, explicar en detalle los desafíos, ayudarse mutuamente a asumir responsabilidades y cocinar juntos –incluso en forma remota– puede ayudarlos a hacer cambios significativos en el estilo de vida.
La preparación es clave: Trabajando desde casa es fácil comer refrigerios sin pensar y optar por alternativas poco saludables porque están al alcance de la mano. Pero también es muy fácil optar por un refrigerio saludable si está preparado y lo tienen listo y a la visita. Con zanahoria, apio y hummus en la heladera, podrán preparar un refrigerio sustancioso. Un plato de frutas frescas sobre la mesada también puede invitarlos a comer refrigerios saludables: pueden cortar rodajas de manzana y mojarlas en mantequilla de frutos secos o agregar una banana a un batido proteico rápido y saludable.
Además, si bien planear con anticipación las comidas puede llevar mucho tiempo, es mucho más probable que respeten el plan de alimentación saludable durante toda la semana. Una heladera, freezer y despensa bien surtidos pueden ayudar. Pueden tener cereales saludables, como arroz integral o quínoa, precocidos o una variedad de verduras listas en la heladera o el freezer. Respecto de las proteínas, pueden optar por pechugas y pescados de cocción rápida; atún, salmón o porotos enlatados en la despensa; o camarones o hamburguesas vegetarianas en el freezer. ¡Perfecto! Están listos para preparar platos, ensaladas y salteados saludables toda la semana.
El año pasado planteó muchos desafíos en diferentes niveles. No se torturen si subieron de peso o no hicieron tanta actividad física como hubieran querido. Además, si se alejan de su plan de alimentación saludable durante un tiempo, supérenlo y vuelvan al ruedo. Alimentar el cuerpo con los nutrientes correctos y realizar actividad física periódica son hábitos saludables que pueden mantener. ¡Esa debe ser su motivación: saber que es una de las mejores cosas que pueden hacer por ustedes mismos!
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