“Nunca he sentido que por ser mujer no tengo la capacidad o la oportunidad de crecer en esta compañía; más bien, me llena de orgullo ver hacia atrás, decir que tengo 16 años de estar en Cargill y compartir cómo la compañía me ha ayudado a crecer profesionalmente, a desarrollarme y hasta invertir en mí”, confesó.
Lo anterior tiene su base en dos de los valores fundamentales de la multinacional: hacer lo correcto y poner a las personas primero. Pero, además, Cargill ha desarrollado un lugar de trabajo incluyente y diverso en el que colaboradoras y colaborades se sienten respetados y valorados por sus habilidades y experiencias.
Por eso, Castro es el ejemplo más actual de que en Cargill se crece por capacidades y que no importa el género, la preferencia sexual, la edad, la religión, inclusive, la nacionalidad, para liderar toda una operación país.
“No hay nada más gratificante en términos de diversidad que estar en una sala donde hay mujeres, hombres, diferentes nacionalidades y diferentes generaciones, es ahí cuando esas conversaciones se vuelven más ricas y aportan mucho más a la compañía”, comentó la alta ejecutiva.
Cargill está trabajando en aumentar la diversidad de su fuerza de trabajo global a fin de garantizar que todos tengan las mismas oportunidades de triunfar. Por lo tanto, la compañía tiene la meta para el 2030 de lograr paridad de género en las posiciones de liderazgo, política con la que Castro se siente identificada y aplaude con mucho orgullo.
“Al ser mujer y conocer de este importante propósito, me inspiro, me motiva a trabajar, y desde mi posición me aseguro de que lo logremos para dar el ejemplo, pues recuerdo que siempre tuve superiores que vieron potencial en mí independientemente de cualquier diferencia”, manifestó.
Como recomendación añadió que “cada vez que realicemos reclutamiento, es importante asegurar de que en las ternas tengamos hombres y mujeres. Seríamos muy injustos decir que solo vamos a entrevistar a hombres porque les estaríamos dando menos oportunidades a las mujeres para competir en las posiciones”.
A manera de conclusión, Castro dijo que no es cuestión de que quién tiene más poder, si el hombre o la mujer, es simplemente tener las mismas oportunidades en el mercado laboral.
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