En Nicaragua las fuentes de agua y los bosques se encuentran en niveles históricos de sequedad, siendo la deforestación uno de los principales causantes de este problema. Según datos del Centro Humboldt en el período del 2011 al 2018, Nicaragua perdió alrededor de 1.4 millones de hectáreas de bosques, lo que equivale al 11% del territorio nacional.
Debido a la deforestación agrícola y a la invasión de tierras, el país se encuentra hoy en medio de una variabilidad climática que ha debilitado su capacidad de respuesta ecológica. Por eso la necesidad de que se empiecen a ejecutar proyectos ambientales que se encaminen hacia prácticas agrícolas regenerativas.
“La agricultura regenerativa ofrece a los agricultores la posibilidad de desempeñar un papel activo en la mitigación de la amenaza a sus medios de subsistencia. También es una de las maneras más eficaces para revertir el cambio climático y promover la seguridad alimentaria mediante la restauración de la salud del suelo, aumentando la biodiversidad y reduciendo el carbono atmosférico”, expresó Esteban Echavarría, consultor empresarial en Great Place to Work Centroamérica y Caribe.
El experto también señaló que la ruta hacia sistemas regenerativos debe ser proteger más tierras, preservar áreas y restaurar ecosistemas para ofrecer mayores beneficios a la biodiversidad. De ahí la importancia de programas enfocados en acciones regenerativas lideradas por las autoridades de los países con la participación activa de las empresas, lo que permitiría ser más respetuosos con la naturaleza, el medio ambiente y las personas.
¿En qué consiste la agricultura regenerativa?
La agricultura regenerativa es un concepto agrícola que pretende proteger y restaurar las tierras de cultivo y su ecosistema. Su objetivo es mantener, sostener, mejorar y restaurar lo que se ha degradado en los últimos años. Se basa en principios agronómicos universales que protegen y restauran los recursos naturales, principalmente el suelo, así como el agua y la biodiversidad.
Orlando García, Gerente Nescafé Plan para Nestlé LATAM, señala que una de las ventajas de la agricultura regenerativa es que utiliza menos productos agroquímicos y mejora la salud del suelo y la materia orgánica, lo que se traduce en una producción de alimentos de mayor calidad y con menos residuos de pesticidas.
“Los suelos sanos, con más materia orgánica y abundancia de microbios, pueden mejorar la absorción de nutrientes del suelo, lo que mejora la salud de las plantas. Los alimentos sostenibles y más sanos provendrán de la combinación de variedades de plantas adaptadas localmente con prácticas de agricultura regenerativa, entendiendo que esta relación requiere mayor investigación”, puntualizó García.
La adopción de la agricultura regenerativa es un factor clave para hacer frente a los apremiantes retos medioambientales y también contribuirá a mejorar las condiciones económicas y sociales.