No importa si nuestro objetivo es bajar de peso, tonificar nuestro cuerpo, comenzar a realizar actividad física, o contar con mejores hábitos para mejorar nuestra salud en general. En cualquiera de los casos, una adecuada rutina de actividad física, acompañada de una buena alimentación, ayudará a lograr los resultados esperados.
Si estamos iniciando, unos 30 minutos al día de ejercicios sería lo adecuado, aumentando progresivamente ese tiempo hasta lograr completar 60 minutos diarios; ya sea de ejercicios con pesas o rutinas de menor impacto como caminatas, trotes o sesiones de natación.
Así lo expresó Patricia Vial, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica, quien sostiene que el ejercicio físico también disminuye el estrés y la ansiedad y, además, moviliza millones de células del sistema inmune, impactando de forma positiva nuestra salud.
“Como beneficio adicional, el ejercicio ayuda a mantener nuestro cerebro joven, protegiéndonos en cierta medida contra el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento”, señaló Vial.
Importancia de la alimentación para un estilo de vida saludable
La alimentación, por su parte, juega un papel fundamental en un estilo de vida saludable. Si hacemos ejercicio en la mañana, tenemos la opción de comer una fruta antes de entrenar y un desayuno completo al terminar nuestra sesión de ejercicio, o levantarnos más temprano para desayunar antes del ejercicio.
Lo recomendable para un desayuno balanceado es incluir una porción de proteína, carbohidratos, frutas frescas y lácteos. Entre algunas buenas opciones se destacan las proteínas como el huevo, la leche baja en grasa, las frutas como el banano, y una porción de cereal integral.
“Los cereales integrales aportan hasta cuatro veces más fibra, vitaminas y minerales que los cereales refinados. El consumo de granos integrales ofrece una mayor sensación de saciedad por lo que son un aliado perfecto en la alimentación de las personas que hacen ejercicio”, puntualizó Patricia Vial, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica.
Y no hay que olvidar que, cuando se realiza una actividad física, la hidratación es importante antes, durante y después del ejercicio. El agua favorece el transporte de nutrientes a órganos y tejidos, y beber al menos dos litros de líquidos durante el día ayudará a evitar la deshidratación.
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